Deliciosa tarta de queso philadelphia sin horno. Disfruta de un delicioso pastel de queso frío en casa sin complicaciones. ¡Está para chuparse los dedos!
Prepara la corteza: Para empezar a preparar una deliciosa tarta de queso philadelphia sin horno, muele las galletas con la ayuda de un triturador o batidora de vaso hasta que queden pulverizadas. Vierte la mezcla en un molde desmontable 20 cms y aplana con las manos hasta que quede cubierta la base del molde. Lleva al congelador durante 20 minutos o al refrigerador durante 1 hora.
Pon dos láminas de gelatina deshidratada en un poco de agua hasta que se disuelvan. Reserva.
Prepara el relleno: con una batidora de mano o una batidora de vaso, bate la crema de leche, la leche, el queso philadelphia, la azúcar, la esencia de vainilla y la ralladura de limón y bate bien hasta que se incorporen todos los ingredientes. Añade la gelatina deshidratada que habías reservado y bate de nuevo. Vierte el relleno sobre la base de galleta y lleva al refrigerador durante al menos 2 horas.
Prepara la mermelada: Añade 2 láminas de gelatina deshidratada en una olla con 50 ml de agua y deja que hierva ligeramente. Añade la mermelada y mezcla bien. Baja del fuego y deja reposar hasta que se enfríe completamente. Luego, vierte la mermelada sobre el la tarta de queso y lleva nuevamente al refrigerador durante 2 horas.o hasta que cuaje completamente.
Sirve tu cheesecake sin horno: Usa un cuchillo para aflojar la tarta de queso fría del borde del molde desmontable y luego quita el borde. Con un cuchillo limpio y afilado, corta en cheesecake para servir. Para rebanadas limpias, limpia el cuchillo entre cada rebanada.