¡Esta receta de salsa tomate casera lleva ingredientes que probablemente ya tienes en tu despensa! Cocínala a fuego lento para hacer una salsa espesa y sabrosa, perfecta para bañar spaguetti o simplemente usar sobre una pizza.
Pon una olla de agua a hervir. Ten listo un tazón grande de agua helada. Sumerge los tomates enteros en agua hirviendo durante 1 minuto hasta que la piel comience a pelarse.
Retira los tomates del agua y colócalos en el agua con hielo. Deja reposar hasta que se enfríen lo suficiente como para manipularlos. Retira la cáscara y remueve las semillas.
Prepara la salsa:
En una olla grande o sartén a fuego medio, cocina la cebolla y el ajo en aceite o mantequilla durante 5 minutos o hasta que la cebolla comience a ablandarse.
Añade la sal, el perejil, azúcar y el tomate pelado y picado en trozos. Machaca los tomates con la ayuda de un tenedor y añade 1 vaso de agua a la olla para que empiece a cocinarse a fuego medio hasta que tome consistencia.
Pon la salsa en una licuadora o batidora de mano. Licúa hasta que consigas una salsa homogénea.
Vierte nuevamente la salsa en una olla. Añade el pimiento rojo en polvo o, paprika y la pimienta. Lleva a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Cubre y cocina a fuego lento durante 20 minutos.
Retira del fuego y úsala como dip o para acompañar tus platos favoritos.
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Ración: 112g | Calorías: 60kcal
Plato: Acompañamiento, Snack
Cocina: Básica, Casera
Keyword: salsa
Alérgeno: Low carb, Sin Gluten, Sin lácteos, Vegetariano